El impacto del subdesarrollo en una sociedad y sus
miembros, es bien reconocida y evidente hasta para el observador más diferente.
El caso latinoamericano es bien claro. En la generalidad de los países de la
región se observan una nutrición inadecuada, oportunidades educaciones
inferiores,,y, últimamente el aumento de la aguda pobreza que, todas, son las
características más salientes del subdesarrollo.
Mientras el efecto parece bastante fácil de notar, sus
causas están sujetas a muchos debates y frecuentemente oportunismo ideológico.
En términos generales, el “imperialismo” o la “dominación económica” por los
países industrializados, son para la mayoría de los pueblos en graves
dificultades, las causas demoníaca de la situación anteriormente planteada. Considero
que el mal de los países latinoamericano, reside en seguir preocupándose por
los “demonios históricos” -que los hubo- pero que en la actualidad, sea
por la evolución de los tiempos, sea por el esquema de globalización
internacional, el problema radica en conseguir mercados, Lamentablemente, con
la excepción de Chile, Brasil, y, tímidamente Argentina y Uruguay, en el resto
del continente continúa ejerciendo influencia la teoría de la
dependencia ante Washington en sus respectivas políticas.
Planteando realidades
En el repaso histórico de los tiempos, es imposible negar que Latinoamérica ha sido bloqueada por una relación explotadora impuesta sobre ella, como una víctima desventurada e inútil, incapaz de hacer mucho más que reaccionar a las fuerzas externas. Los intereses del mundo desarrollado han sido y son servidos en cierto modo, manteniendo al resto del mundo en situación de pobreza.
¿Cuáles son entonces las verdaderas causas del subdesarrollo de nuestra región y, que soluciones se deben tomar en consideración?
Muchos gobernantes y sus asesores, creen que América Latina puede ser sacada del lúgubre estado de subdesarrollo en que está viviendo: falta de trabajo, desnutrición, pérdida de los principales valores morales, aumento de la delincuencia, “reino” de la drogadicción, paraíso de la corrupción, etc. etc.; con “ esporádicas dosis” liberales de ayuda extranjera y modestos cambios de intercambio y comercio, por ese camino se encontraría la solución.
La reunión de Mar del Plata.
La IV Cumbre de las Américas, a realizarse en la ciudad extremadamente vigilada de Mar del Plata ante la presencia del Presidente George Walker Bush, dará motivo a un intercambio muy severo entre la reunión de los Presidentes y la III Cumbre de los Pueblos. Mar del Plata será escenario de una confrontación entre los gobernantes en” soledad” (altamente custodiados) y los inquietos pueblos del continente latinoamericano. (El ridículo se presenta cuando se solicita a Uruguay que vigile frontera Chui-Chuy ante la presencia de población fija y pacífica palestina).
El papel del político de nuestros tiempos y -fundamentalmente de esta continente- es visto por sus pueblos desconfianza. En términos generales, no representan un liderazgo constructivo y responsable, caracterizado por respecto a todas las clases sociales y las ideologías. En algunos países como en el Uruguay de hoy, no saben identificarse con toda la nación, considerada ésta como una comunidad consistente de toda nuestra escasa población.
El intercambio comercial se practica con mayor intensidad y continuidad entre los países desarrollados, que entre los desarrollado y los subdesarrollados. Manejando estadísticas de Naciones Unidas, Japón, Canadá y los “grandes” de la Unión Europea, son más importantes en términos comerciales para los Estados Unidos, que todo el comercio combinado con América Latina.
Pero ha llegado la hora en que muchos países de América Latina -como receptora de inversión extranjera que por demás jamás administró- ha llegado, al fin, a comprobar que el asunto como estaba planteado nunca fue tan simple. Ni Chile con el cobre y el guano manejado por ingleses y estadounidenses (provocador de la Guerra del Pacìfico); ni el café colombiano y brasileño cotizado desde Suiza; ni la azúcar desde Amsterdam; ni las minas de estaño de Bolivia de los Aramayo y Patino desde Londres; ni el petróleo paraguayo (cuasante del conflicto de la guerra del Chaco); ni la ganadería argentina y uruguaya, su precio fijado en el mercado de Smithefield ni la lana según la cotización que convenía el “lobby” de Sydney; y así otros productos de las “Américas proveedoras” , como en la época del coloniaje lo fueran el oro y la plata y el palo brasil; más tarde la hebea, productora del caucho.
El objetivo del Encuentro de Mar del Plata, se fijarán las posiciones de Bush, Lula, Chávez y Kirscher, es discutir entre todas las diferentes actividades las mejores soluciones para la afirmación de la democracia; el diseño de acciones que lleven a concretar las mejores alternativas para una verdadera integración latinoamericana basada en la igualdad y el respecto de los pueblos, fundamentalmente los indígenas; los derechos humanos en el amplio sentido del término y el medio ambiente.
En segundo término, no puede quedar fuera de la agenda los temas de la Deuda Externa, la Pobreza y, para que lo preocupa a los Estados Unidos; la militarización seguida del proyecto del “staff “ de la Casa Blanca , respecto a la “guerra preventiva”.Por algo vino anteriormente la Sra. Condolezza Rice y ahora, a 6 días de la visita a Montevideo de Chávez, llegue a hablar con el Presidente Vázquez (y quizás con los Comandantes del Ejército), el creador de la “guerra preventiva” Mr. Donald Rumshfel.
Pero esta reunión de Mar del Plata, también ha llamado a otros personajes: los 400 marines que desembarcaron en el Chaco Paraguayo, en ciudad menonita de Mariscal Estigarribia, a 200 kilómetros de la frontera boliviana. A vista está que se va ampliando, estratégicamente , el proyecto Puebla-México, El Salvador, Aruba, el Plan Colombia (Washington firmó hace unos días una nueva partida de fondos de ayuda para la segunda fase) desde años, cuenta con la base de Manta que vigila la frontera amazónica de Colombia, Venezuela, Ecuador y Brasil. Ahora otra en el Chaco paraguayo, corazón del continente sudamericano, (Plan Triple Frontera). Pronto podría llegar a la Patagonia, donde los amigos del “lobby” de la Casa Blanca, ya han adquirido más de 1.600.000 hectáreas.
El ajedrez sudamericano se enfrentarán en el balneario argentino dos contendores, acompañados de sus respectivos lacayos: : Bush con su descreído ALCA y el discurso del terrorismo en América Latina. Chávez con su “proyecto bolivariano” y la riqueza del petróleo venezolano.
El tema del libre comercio hemisférico, del cual tanto se habló en la I Cumbre de la Américas realizada en Miami, no figura en la agenda de Mar del Plata. Este punto ha quedado en la órbita de los vice presidentes de Estados Unidos y Brasil, ya que fueron los únicos gobiernos que iniciaron negociaciones que hoy se encuentran paralizadas El resto de América Latina no existe. Sus gobiernos en riguroso silencio , sobreviven como simples espectadores en todos los temas que realmente deberían interesar a los países productores de alimentos y la colocación de sus productos. El MERCOSUR como el CAN, según expresión del cancilller brasileño Amorín, están pinchados. Estados Unidos “sugirió” (¿?) a Uruguay a discutir el tema subsidios fuera de la órbita de la OMC, donde la Cancillería había enviado una nota.
El papel de la elite gobernante latinoamericana
Tomando en consideración las posiciones disímiles, especialmente las relaciones entre América Latina y Estados Unidos, es necesario crear una política regional imparcial (no en base a premisas ideológicas) que necesariamente tiene que ser una política de perspectiva.
Si en la reflexión final, que sin lugar a dudas provocará estas dos reuniones en Mar del Plata (la IV de los gobernantes y la III de sus pueblos), se reconoce el desequilibrio existente entre el “imperio” y los latinoamericanos, en base a sus diferencias en intereses y prioridades geopolíticas, se podría abrir el camino para una cooperación o complementación más directa a distintos niveles entre las dos regiones.
América Latina debe aprender a dialogar
internacionalmente, como está en vigor en otras partes del mundo
(Europa-Comunidad árabe, con la ASEAN, con la Convención de Lomé.)
Pero para llegar a esta instancia tan importante es necesario que a través del
sinnúmero de acuerdos regionales, semi-regionales, bilaterales, que los países
latinoamericanos mantienen, suspenden, reanudan, muchas
veces en base a una “política de ilusiones pasajeras” , debe existir un
objetivo compartido, sin ansias de liderazgo ni regional ni internacional. Debe
regir un diálogo sincero, sin base ideológicas de las
manidas “izquierda” y “derecha”, sino en una
polarización interna o regional, basada en conceptos reales compartidos que
puede volverse en ciertos momentos vulnerable a la luz de cambios
políticos; mientras que las relaciones económicas son capaces de mantener mayor
estabilidad ya que los intereses materiales de las partes están de por
medio.
Luego de siglos de guerras de ambiciones, donde Europa fue el escenario por siglos, realizaron los gobernantes un profundo autoanálisis que luego compartieron en sus bases principales:las exigencias económicas del mundo actual han variado sustancialmente. América Latina debe recordar y profundizar las palabras de Gorbachov expresadas en esos instantes: “Europa ha de ser una casa común donde estén asegurados para siempre la paz, la libertad, el desarrollo y la riqueza”. (1984)
por el profesor Bernardo Quagliotti de Bellis
Luego de siglos de guerras de ambiciones, donde Europa fue el escenario por siglos, realizaron los gobernantes un profundo autoanálisis que luego compartieron en sus bases principales:las exigencias económicas del mundo actual han variado sustancialmente. América Latina debe recordar y profundizar las palabras de Gorbachov expresadas en esos instantes: “Europa ha de ser una casa común donde estén asegurados para siempre la paz, la libertad, el desarrollo y la riqueza”. (1984)
por el profesor Bernardo Quagliotti de Bellis
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