lunes, 13 de abril de 2015

7 ERRORES PATERNALES QUE IMPEDIRAN A TUS HIJOS SER LIDERES DEL FUTURO.


Es muy común que a veces los padres intenten ayudar a sus hijos en todo lo que ellos hacen, pero inconscientemente, por el mismo desconocimiento, utilizan métodos poco apropiados de educación, no siendo la mejor forma para potenciar el liderazgo en ellos.
El Dr. Tim Elmore, fundador y presidente de la organización "Growing Leaders", hace un intento por ayudar a los jóvenes a convertirse en los nuevos líderes de este mundo. Elmore ha escrito también varios libros, y en unos de ellos conocido como: "Artificial Maturity: Helping Kids Meet the Challenges of Becoming Authentic Adults" habla sobre los errores fundamentales que se deben evitar a la hora de ser padre, para que sus hijos puedan llegar a convertirse en buenos líderes.

A continuación las 7 conductas a evitar:

1. Predicar sin el ejemplo
Los niños aprenden de lo que les dices, pero sobre todo de lo que ven. Si les dices que dejen de estar todo el tiempo con el celular, pero te ven a ti haciéndolo, difícilmente harán caso, porque ellos quieren ser como su padre y su madre, y aprenden, sobre todo, por lo que observan. Cualquier cosa que les pidas, necesitas darles ejemplo, como los hábitos del trabajo, el orden, la sinceridad, la alegría o la actitud positiva.

2. Evitar a toda costa que los niños vivan riesgos
Muchos padres protegen demasiado a los hijos, y según explica Elmore, evitar a toda costa que experimenten el riesgo, no les ayuda, ya que la vida tiene riesgos, y si bien los niños, sobre todo cuando son pequeños, necesitan seguridad y protección de forma progresiva, es importante que vayan aprendiendo a desarrollar sus propios recursos para enfrentarse al riesgo, la adversidad o el conflicto. Esto les ayudará a ser capaces de asumir riesgos cuando en el futuro quieran crear su propio negocio o liderar equipos de trabajo.

3. Confundir talento con madurez
Hay niños prodigio, algunos con notas excelentes o con mucha capacidad para hacer amigos. Por mucho talento que tenga tu hijo, es probable que haya áreas donde no esté educado y necesite seguir trabajando para mejorar. Si es muy hábil con los números, recuerda que también necesitará madurar emocionalmente; y si es un genio de las relaciones sociales, recuerda que también necesitará disciplina.

4. Rescatar demasiado pronto
Los ninos que son rescatados rápidamente se acostumbran a que sus actos nunca tienen consecuencias negativas, porque lo que observan es que siempre que cometen un error se soluciona pronto y sin su esfuerzo. Esto es lo más opuesto a la vida real y al día a día de cualquier líder, que constantemente se enfrenta a pérdidas o conflictos a partir de sus errores o los de su equipo. Por eso, Elmore recomienda dar espacio a los hijos para que noten las consecuencias de sus fallos y encuentren sus propias soluciones.

5. Mostrar entusiasmo con facilidad
Si además de no recibir las consecuencias de sus errores se acentúan excesivamente los aplausos por sus aciertos, el niño acaba viviendo en una realidad distorsionada de la que es el centro de atención y donde no hay dificultad. Se recomienda dar reconocimiento a los hijos, pero no en exceso.

6. No contar los errores y las debilidades propias
Muchos padres y madres tienen la falsa creencia de que el hijo les querrá o admirará más si nunca les ve fallar, pero el líder que más inspira es aquel que también muestra su vulnerabilidad. El padre que sólo cuenta sus éxitos hace creer al hijo que es perfecto, y se pasará la vida tratando de serlo también, sin aceptar ni gestionar bien sus fracasos. Además, con el tiempo es probable que se decepcione al descubrir que su padre tenía errores, así que es mejor que su admiración y afecto desde pequeño se base en una imagen lo más realista y rica posible.

7. Dar una recompensa por cada logro
Igual que el reconocimiento, los regalos y premios deben tener un límite. Hay momentos en que los niños necesitan darse cuenta de que es su responsabilidad hacerlo bien, aunque nadie se alegre por ello ni le premie por hacerlo. La tarea bien hecha debe ser un premio en sí mismo para que se acostumbre a ser responsable
-
Autor: PildorasdeFe.net
Fuente:
 PildorasdeFe.net


domingo, 5 de abril de 2015

8 GRANDES BENEFICIOS DE CASARSE JOVEN



Siempre he sido de las que han mirado con espanto el casarse joven. Cada vez que me cuentan que alguien de mi edad se casará, me cuesta muchísimo entenderlo. Siempre me hago la misma pregunta: “¿Por qué? Si es que están tan enamorados, ¿Por qué no esperar a terminar los estudios, a viajar, a vivir todas esas experiencias que solo podrás vivir cuando eres joven, ¿Qué es lo que cambia entre casarse ahora o una vez que hayas experimentado todo eso?”.

Tengo la creencia de que el matrimonio es para toda la vida, y no quiero que la historia termine de otra manera por no haber vivido todo lo que quería. Sin embargo, últimamente me he comenzado a replantear las cosas y me he dado cuenta que quizás todos estos no son nada más que prejuicios que han nacido de mis inseguridades, porque creo que nunca he estado enamorada. Creo que cuando lo estás, ninguna de estas preguntas invaden tu cabeza y simplemente las cosas van pasando. Por eso, no quiero privarlas de ver algunos de los lindos beneficios que tiene casarse joven, así que aquí se los dejo:

1. Crecer juntos
Si te casaste joven, significa que probablemente conociste a tu marido cuando ambos lo eran, por lo que fueron viviendo muchas etapas y creciendo juntos. Creo que es muy lindo ser parte de esos procesos como la época universitaria o el primer trabajo. Es distinto y reconfortante haber podido ser parte de esas etapas, poder aportar durante ellas, y estar orgullosa del hombre en el que se convirtió y ver cómo él también te ayudó a ser la persona que eres hoy.

2. Se te hace relativamente fácil el combinar vidas
Cuando te casas joven aún eres “moldeable”. No tienes una vida adulta profundamente establecida, graves hábitos o patrones de comportamiento que tengas que cambiar. En vez de eso, desarollas un sistema y ritmo en el camino. Hay algo bueno en construir una vida con una sola base en vez de tener que descubrir como mezclar dos estructuras separadas.

3. Aprendes las lecciones difíciles más temprano que tarde
El casarte al principio de la adultez te ayuda a despedirte del engaño del “vivieron felices para siempre” o de la historia de una comedia romántica mucho antes de que el resentimiento o amargura se asiente en tu corazón. El matrimonio también da lecciones de la vida real en cosas como el sacrificio, compromiso, camaradería, y amor incondicional. Cambiar y crecer con otra persona es algo difícil, sin importar la edad que tengas, pero el esfuerzo y la lucha para lograrlo te enseña mucho. Los puede convertir en mejores versiones de ustedes mismos, dándoles oportunidades para comprender la fe, la resistencia, el perdón y la paciencia. Prueba sus límites, los rompe en pedazos, y les ayuda a tener perspectivas más maduras que lo que el salir en citas permite usualmente. El matrimonio joven no es fácil, pero las cosas importante raramente lo son.

4. No desperdicias el dinero (porque no lo tienes)
Tu boda probablemente será muy sencilla y eso será perfectamente aceptable y entendido por todos. Lo mismo pasará con el día a día, podrán aprender a ser más organizados y cuidadosos si de dinero se trata.

5. Tienes expectativas bajas, lo que siempre es bueno
Si te casas joven, no esperas una década por “el indicado,” o por un momento mágico en el que tus estrellas se alineen. Si pasas años planeando y soñando con la boda perfecta y el matrimonio y esposo y vida perfecta, te decepcionarás. En vez de eso, simplemente vive, escoge enamorarte – y permanecer de ese modo.

6. Compartes cada logro
Pasar de tener un pequeño apartamento al borde del derrumbe a tener una cuenta bancaria y comenzar a ahorrar y a tener una vida adulta cómoda y todo lo que ello conlleva. Todo lo logrado juntos -o separados- es inmensamente celebrado por ambos.

7. Tienes recuerdos locos y juveniles
Algo por lo que agradecer es el hecho de que tu marido tenga recuerdos en primera persona tuya a los 18 años, con todos esos momentos ridículos y apasionados que vienen con un romance juvenil.Es increíble que te haya visto crecer y experimentar tantos cambios, siempre a tu lado.

8. Tienes todo el tiempo del mundo
Incluso si tu matrimonio implosiona y cambiamos y crecemos y avanzamos en direcciones distintas, aún tendrás tiempo suficiente para seguir adelante y vivir nuevas experiencias.
El casarte joven te dará mucho más tiempo para estar con la persona que ha estado contigo en cada etapa de tu evolución – y que te ha amado a lo largo de todas ellas. Esa persona quien ha estado contigo en cada momento y logro, y que conoce cada versión pasada de ti. Y al final, el tiempo es todo lo que importa.


Visto en Huffington Post